La dirección general de impuestos internos DGII en su búsqueda de reducir la brecha para las malas prácticas que hacen los contribuyentes dominicanos para pagar menos impuestos emitió en septiembre del 2010 la norma 06-10.
Esta es la norma general sobre pagos fehacientes y establece que aparte de necesitarse un comprobante de crédito fiscal para validar una compra hecha por un contribuyente se debe realizar el pago por cualquiera de los medios establecidos por el sistema bancarios y financiero.
Este requisito se aplica cuando el monto de la compra es mayor de 50,000.00 DOP y el no cumplimiento de la norma conlleva a que el gasto no sea admitido ni para impuesto sobre la renta ni como adelanto de ITBIS.
El soporte de los gastos referidos debe quedar en custodia de los contribuyentes por el período de diez años, y en especial por el período de prescripción.
En la República Dominicana y en muchas otras jurisdicciones fiscales algunos contribuyentes han realizado una actividad que se conoce como la compra de facturas, esta práctica consiste en que una persona que tiene acceso a realizar facturas con validez fiscal mediante alguna empresa o persona emite facturas con NCF para que quien le compra esas facturas haga un registro de gastos y no pague los impuestos correspondientes, esta práctica es atacada directamente por esta norma que invalida esta transacción que de por si ya es ilegal y no tiene validez fiscalmente hablando, lo que sucede es que con esta norma es más fácil detectar las transacciones de este tipo que tener que demostrar que un gasto fue facturado pero que nunca se recibió dicho servicio por el contribuyente.
En resumen esta norma disuade a los contribuyentes de realizar compras falsas pero no lo evita totalmente, Esta norma es uno de los grandes avances acerca de combatir la evasión fiscal hecha por una de las administraciones de Juan Hernández quien fue el director de la DGII (antigua dirección de rentas) desde 1996-2000 y desde 2004-2012.
En legislaciones como la mexicana ya este tipo de norma se han visto obsoletas ante la evolución de las personas que hacen este tipo de transacciones ilícitas debido a que se simulaban compras y se realizaban pagos pero el dinero de alguna manera regresaba muy probablemente en efectivo y con orígenes que podrían ser de lavado de activos o de cualquier otra actividad criminal.
Por:
Anderson J. Chicon
Socio Director de Anchi Advisors.
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